Capítulo 9
Esa noche del sábado fue mucho más larga de lo normal para
Amu, ya que pensaba trasnochar viendo alguna película o algo, cosa que harían,
pero ella no estaba pensando en poner ese tipo de películas.
-Ikuto…-decía con la voz temblorosa-de verdad te agradezco
que estés aquí y eso, pero…NO ME PONGAS UNA PELÍCULA DE TERROR-decía
sollozando.
-Pero si son las mejores para ver un sábado noche- decía el
alegremente.
-Claro…como tú no tienes que dormir en una casa grande en la
que no hay nadie más que tú…-dijo medio enfadada
-Amu…tú no sabes cómo ni donde duermo…-le dijo con un
extraño tono de voz- aun así se que donde yo duermo no estoy solo- se empezó a
reír a carcajadas.
-Ya te vale…pero aun así, ¡es mi casa! ¡Yo digo que quiero
ver esta película y es la que veremos!-saco la película dispuesta a ponerla
-¿Una película con la que llorarás y te emocionarás? Siempre
han sido tus favoritas- miró para ella, y por la cara que puso dio en la diana
con esa respuesta- y yo que pensaba que eras una chica valiente…me has
decepcionado…
Tras esa última frase Amu notó un sentimiento como de dolor
dentro de ella, esas palabras le habían hecho daño a pesar de que sabía que no
iban en serio, que solo quería enfadarla para que cayera en su trampa y poner
esa peli. Y…así fue
-¡Está bien! ¡Veamos esas malditas películas tuyas!-dijo
ella haciéndose la valiente.
-Pues entonces…ve poniendo la peli mientras voy preparando
el ambiente…-le susurro al oído, cosa que hizo que se sonrojara bastante.
-Preparar… ¿el ambiente?-preguntó entre extrañada y asustada
-Claro, palomitas, oscuridad, sofá y una chica asustadiza-
le guiñó un ojo tras decir esto ultimo
La pelirrosa se quedo sin palabras, Ikuto estaba extraño o
era ella que no lo veía como siempre, de todas formas lo que a ella le
preocupaba ahora mismo era la peli que estaba poniendo, sabía que no podría
dormir tras ver solo un poco de ella y tendría que buscar una forma de no temer
salir de su habitación después de verla completa.
Gritos, gritos y más gritos, cada vez eran más seguidos. Ya
era la tercera película que habían puesto de terror, no sabía cómo había
sobrevivido a las dos primeras, pero sabía que de esta no pasaría. Sin darse
cuenta, por el miedo que sentía se fue acercando a Ikuto en el sofá hasta
quedar agarrada a su brazo fuertemente, temblando de miedo quería llorar,
gritar, abrazarse a sus padres y no soltarles nunca, pero ellos no estaban…
Mientras, Ikuto seguía tan feliz viendo las películas, incluso se empezaba a reír de algunas escenas, sabía que Amu no lo estaba pasando muy bien y le hacía gracia pensar en cómo sería la cara de la pelirrosa ahora mismo. Cuando esta le agarró del brazo él la acercó y la dejo apoyada en él para que se calmara, cosa que Amu agradecía escondiendo su cara en el pecho del chico. Por ello decidió parar de poner películas de terror y encender la luz, pero…
-Amu, si no me sueltas no podré encender la luz-le dijo
Ikuto mirando que no se soltaba de él.-además creo que es hora de que me vaya,
es bastante tarde ya.
-No quiero que me dejes sola…tengo mucho miedo…quédate un
poco más…-le dijo temblando de miedo.
-Está bien…pero sería mejor te calmarás antes si enciendo la
luz-insistió
Amu cedió y dejo que encendiese la luz, pero al instante
volvió a irse la luz, Ikuto estaba tardando mucho en volver ya. El silencio era
absoluto hasta que escuchó un trueno y un relámpago ilumino toda la habitación
en ese instante de iluminación Amu vio una sombra que se acercaba a ella.
-¡¡IKUTOOOOOOOOOOOOO, TENGO MIEDO DONDE ESTAS!!-empezó a
llorar del miedo.
No recibió ninguna respuesta del mencionado, Amu quería ir
corriendo a su habitación y encerrarse en ella. Allí estaría segura, pero todo
estaba oscuro se escuchaba el ruido de los truenos y de la lluvia al caer. Su
cuerpo no le respondía del miedo que tenía.
-Amu, ¿estás bien? ¿Por qué lloras?-le dijo mientras le
tocaba un hombro a la chica para indicarle que estaba a su lado.
-¡IKUTO!- nada más notar su presencia se lanzó a los brazos
del chico, entre ellos se sentía protegida, el miedo era menor estando cerca de
él.
-Tranquila, estoy contigo…no me iré si estás tan
asustada…-le dijo abrazándola fuertemente.
-Quédate conmigo esta noche
por favor…tengo mucho miedo…no podré dormir… y… el tiempo afuera…
tampoco está como para que te vayas ahora….-le dijo medio excusándose por
pedirle que se quedara.
-Si lo que querías desde el principio era dormir conmigo me
lo hubieras dicho-le dijo pícaramente.- realmente no me importa quedarme aquí
si es contigo-esa última frase hizo que
el corazón de Amu se acelerase muchísimo, sobre todo porque lo dijo tan
dulcemente.
-N-no es eso…idiota…no quiero quedarme sola y además si
sales ahora podrías coger un resfriado o algo peor…no quiero que por mi culpa
Utau me mate…-le dijo excusándose tontamente.
-Claro…-empezó a reírse- nunca cambiarás pequeña-la volvió a
abrazar.
Pasaron un buen rato sentados en el sofá abrazados, Amu
estaba pegada a Ikuto y no pensaba soltarse, por lo menos hasta que la luz
volviera, cosa que sucedió tras una hora de apagón total. Al ver en la
situación que estaban Amu se puso tan roja o más que un tomate.
-I-Ikuto…y-yo..n-no quería…-dijo separándose de él lo máximo
posible
-Ven aquí, se que todavía estas temblando de miedo-le dijo
sujetándola de la muñeca para acercarla.
-¡N-NO! ¡Ya estoy bien! No hace falta…
-Entonces me puedo ir ya, la lluvia ha parado también-
mientras decía eso se levantó del sofá y se puso su chaqueta, se dirigió a la
puerta y justo al agarrar el pomo para abrir la puerta…
-¡NO TE VAYAS!, por favor…no me dejes sola…-le dijo
agarrándole por detrás
-¿No decías que ya no tenías miedo?-le dijo burlón
-Mentí….solo quería hacerme la valiente…pero no puedo…no
quiero que te vayas…por favor…
-Está bien pequeña…está noche seré todo tuyo.
Esa frase dejo débil a Amu, esta cayó al suelo pues le había
supuesto un gran esfuerzo el ir corriendo hasta Ikuto para que no se fuera, su
cuerpo seguía manteniendo el miedo y no le permitía moverse bien. Ikuto se dio
cuenta de ello, la cogió en brazos y la llevó a la habitación para meterla en
cama y se le pasará el miedo que tenía. Se quedo hablando con ella para
tranquilizarla o al menos hacer que se olvidara del tema y volviera a estar
bien. Pronto empezó a sentir frío cosa que Amu notó.
-Ikuto…puedes meterte en mi cama si tienes frío…ya que al menos estás haciendo lo posible por tranquilizarme… no quiero que te coja frio…ven-le hizo un hueco en la cama que este acepto encantado.
-Tú lo que quieres es tenerme en tu cama, para hacerme cosas
pervertidas…
-Neko hentai…-se abrazó a él sin darse cuenta justo antes de
quedarse dormida.
-Gatita pervertida…
Finalmente, la escena era: Amu e Ikuto en la habitación de
esta abrazados y durmiendo juntos. Por suerte para la pelirrosa la casa estaba
a su disposición únicamente.
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