domingo, 10 de febrero de 2013

Empezamos nuevo fanfic :3 Amuto powah XD

Disclaimer: Shugo Chara, sus personajes ni historia, ni nada que tenga que ver con esta serie me pertenecen. Lo único que me pertenece es la historia que escribiré ahora :3
En esta historia Amu e Ikuto se conocen desde niños, y a partir de ahí se desarrolla la historia, en principio solo hay historia principal, más adelante quizás meta alguna secundaria :D


Un amor verdadero que nace, nunca desaparece

Hinamori Amu, una pequeña niña de seis años de cabellos rosados y ojos ambarinos,  se encontraba en el parque jugando con otros niños, mientras su madre conversaba con otras madres y su padre tomaba fotos. Cuando estaban jugando a pasarse la pelota a Amu se le escapa hacia la carretera, ella va en busca de la pelota sin cerciorarse de donde se había parado esta. Un camión de carga se dirigía hacia donde se dirigía esta a gran velocidad. Alguien le gritó que se apartara pero no lo escucho, el camión se dirigía hacia ella cuando lo vio, Amu se quedó inmóvil por el miedo que le causaba ver la velocidad.
Su madre la llamaba para que se moviese puesto que no llegaría a tiempo y su padre tampoco, Amu no sabía qué hacer, tenía demasiado miedo como para moverse. Alguien la sacó de allí justo a tiempo. Un chico de cabellos y ojos color zafiro, de unos 10 años fue el que la salvó a tiempo. El camión freno en seco y su conductor se bajo para preguntar si se encontraba bien.

-¿Estás bien?-preguntó el chico de cabellos color zafiro
-Sí- sonrió- ¿Eh? ¿Y mi pelota?- preguntó Amu como si nada hubiese pasado.
- Ah…lo siento por tu pelota…no ha tenido la misma suerte que tu- le dijo él un tanto gracioso.
-¡Amu! ¿Amu cariño estas bien?- preguntaba su madre al borde de los nervios
-Sí, mamá. ¿Por qué?- dijo un tanto perdida la pelirrosada.
-Amu…estabas a punto de…-dijo medio llorando
-No importa señora…su hija está bien, no le diga más de lo necesario y estará bien- contesto el salvador de Amu.
-¿Eh? ¿Quién eres tú? ¿Eres la que ha salvado a mi hija, verdad?- pregunto el padre de Amu un tanto desconcertado.
-Tsukiyomi Ikuto
-No sé cómo podemos agradecerte lo que has hecho por nosotros- le dijo abrazando a su pequeña hija.
-No es necesario…-dijo un serio- ¿Eh?-alguien le agarraba.
-I-Ikuto… ¿jugarás conmigo la próxima vez?- pregunto Amu sonriente.
-Por supuesto pequeña- le sonrió mientras le acariciaba en la cabeza.

Al día siguiente, Amu estaba ansiosa por ir al parque. Quería jugar con su nuevo amigo, y único hasta ahora... al llegar al parque, estaba allí sentado esperando por ella. Amu fue corriendo a su lado.

-¡Ikuto!- le gritó nada más verle- ¿has venido a jugar?- pregunto sonriente
-Claro y te traigo a alguien más con quien jugar, pequeña- le señalo a su lado a una niña rubia y de ojos violetas- es mi hermana pequeña
-Hola, me llamo Hinamori Amu- se presento ante la pequeña.

Esta se escondió detrás de Ikuto, como con miedo. Mirando fijamente a Amu.

-Utau…saludala. Estamos aquí para divertirnos…-le dijo a su hermana.
-Tsukiyomi Utau…encantada- dijo en voz baja.
-¡Amu!- le llamó la madre- Tenemos que irnos.
-¿Eh? Pero…acabamos de llegar…- dijo medio llorando- quiero jugar con Ikuto..
-Lo siento cariño, es por un asunto urgente de trabajo. Mamá se tiene que ir rápido y no puedo dejarte aquí sola- dijo para intentar consolarla
-Pero yo quiero quedarme- empezó a llorar Amu.

Su madre no sabía qué hacer, tenía que irse pero no quería que Amu se quedase sin jugar después de estar esperando venir al parque. Finalmente se le ocurrió una idea.

-Cielo ve a jugar con Utau, ¿vale?-le dijo sonriendo- Ikuto-kun, ¿te puedo pedir un favor?- pregunto la madre de Amu
-Dígame- le contesto serio.
-Podrías cuidar de Amu, tengo que irme urgentemente por un asunto de trabajo y como lleva todo el día queriendo venir, no quiero quitarle la ilusión- dijo algo preocupado viendo hacia Amu.
-Supongo que no habría problema… ¿pero tendré que llevarla a casa?- pregunto un tanto perdido.
-No sería necesario, no tardaré mucho. Pero si se diera el caso, te dejaré la dirección por si te hace falta y el número de teléfono de su padre- la madre comenzó a escribir en un papel.
-Toma, Ikuto-kun…eres muy maduro para tener 10 años- le elogio.
-hmm- fue lo único que contestó
-¡Amu!- la llamo.
-¿Qué pasa mami?
-Ikuto te cuidará hasta que vuelva, así que, si tiene que irse te llevará a casa si no he vuelto. Hazle caso y ten mucho cuidado ¿Vale mi vida?- le dio un beso en la frente a su hija y un abrazo.
-Vale- dijo sonriendo y abrazando a su madre.

Al cabo de unas horas, la madre de Amu vino a recogerla. Agradeció el favor a Ikuto y se marcharon, no sin antes Amu abrazar a Ikuto de nuevo y a Utau también, a pesar de que ella era un tanto seria y poco habladora, le gustaba mucho.
Después de ese día, cada día iban al parque a jugar con ellos. Un día Ikuto fue a buscar a Amu a su casa para ir a jugar cerca de allí y no preocupar a sus padres por estar solos y algo lejos. Utau empezaba a no estar con ellos varios días cosa que la pelirrosada no entendía. Decidió no darle importancia, tras jugar fueron a merendar a su casa, esta quería ver una película que ponían en la televisión, resulta que era de romance, cosa que a Ikuto le aburría mucho. Pero decidió no decir nada y aguantarse, al rato volvieron a jugar hasta tarde.

-Hasta pronto, Amu- se despidió él.
-Hasta mañana Ikuto- dijo sonriendo.
-Pórtate bien, ¿vale?- dijo algo entristecido.
-¡Si!- ella seguía sonriendo.
-Ikuto-kun, he hablado con tu madre. Le he dicho que te quedarás a dormir aquí, porque ya es muy tarde y no podemos llevarte ni ella puede venir y no queremos que te vayas solo- le dijo la madre de Amu- así, podrás aprovechar un poco más el tiempo con Amu-acabo sonriendo.
-Si…-dijo un poco desconcertado.

Amu era muy feliz, podría dormir con su mejor amigo por primera vez dormía con alguien más en su habitación desde que empezó  dormir sola. No sabía porque él estaba un poco triste pero quería verlo sonreír. Ya era hora de dormir y ambos estaban en la cama ya.

-¿Amu? ¿Estás despierta?- pregunto él.
-Sí, ¿Qué pasa Ikuto-kun?- le contestó.
-A partir de mañana…no nos podremos ver más por un tiempo, tengo que irme lejos con mi hermana y mi madre.
-No…. ¿no te volveré a ver?- dijo la pequeña sollozando.
-Volveré, no llores….volveremos a vernos- le dijo dándole un abrazo para que no llorase.
-¿Me lo prometes?- le miro con los ojos llorosos.
-Te lo prometo…-se quedo mirando para ella, esperando que le dijera como cerrar la promesa.

Ella sin saber el significado de la acción que le iba a pedir, ni nada señalo sus labios. Indicando que quería un beso en los labios, había visto a sus padres besarse así alguna vez y en las películas que tanto miraba, en donde se demostraba que se quería a alguien de esa forma. Ikuto solo hizo lo que le pidió igualmente, sabía que no importaría eso. Era una simple promesa y no era nada malo.
A la mañana siguiente, Ikuto se despidió de todos menos de Amu, no quería hacerle llorar de nuevo con su partida. Pero está antes de que se fuese bajo corriendo por las escaleras con un osito de peluche entre sus manos.

-¡Ikuto! Juega mucho con tu hermana y no os olvidéis de mi, ¿vale?- dijo ella sonriendo mientras abrazaba a su osito de peluche.

-Claro que sí Amu- le dijo sonriendo- te escribiré de vez en cuando ¿vale?
Después de esto se despidió por completo y se fueron.



7 comentarios:

  1. Es muy bonito , espero que sigas y buena suerte

    ResponderEliminar
  2. Conti,conti

    Es precioso amuto por siempre

    ResponderEliminar
  3. Canbareee pero por favor pon conti, que no encuentro mas que el primer y segundo capitulo. Deves seguir, es muy bonito. Yo aun soy principiante en esto de los amutos, pero a mi me encanta, sigue asi.

    ResponderEliminar
  4. yo no encuentro el segundo

    ResponderEliminar
  5. hay una conti en fanfiction.net
    https://www.fanfiction.net/s/8994635/1/Un-amor-verdadero-que-nace-nunca-desaparece

    ResponderEliminar
  6. Me gusta la historia quiero seguir leyendo

    ResponderEliminar